Cómo ser inquebrantable en cada situación

No importa cuánto planeemos nuestras vidas, no podemos escapar de los desafíos inesperados. Desde la lluvia en un viaje de campamento hasta un accidente inesperado, la vida siempre está llena de sorpresas. Frente a tal imprevisibilidad, puede ser difícil mantenerse fuerte. Algunas situaciones se sienten tan difíciles que parece que incluso están poniendo a prueba nuestra capacidad de ser una buena persona. Aquí es cuando todos podríamos beneficiarnos de aprender algunas creencias estoicas básicas. Aquí hay algunas lecciones de estoicismo.

La vida es impredecible y los estoicos lo reconocieron. Diferenciaron aspectos de la vida que están bajo nuestro control y aspectos que no lo están. El estoico Epicteto reconoció que mucho de lo que sucede en nuestra vida está fuera de nuestro control. Nadie puede controlar las circunstancias, los afectos, las opiniones de los demás y el pasado. Sin embargo, hay aspectos de la vida que las personas pueden controlar. Por ejemplo, cómo ejercitan la razón, forman opiniones sobre el valor y la verdad, toman decisiones y realizan acciones. Los estoicos se centraron en los aspectos de la vida que las personas podían controlar y la mayoría de los estoicos creían que ningún evento malo puede impedir que las personas actúen hacia la virtud. Antipater fue un filósofo estoico que trabajó duro para interiorizar esta práctica. Se aseguró de que su propio interés nunca anulara su moral.

Al darse cuenta de que hay aspectos de la vida que están fuera de su control y aspectos de la vida que puede controlar, las personas pueden ejercer su agencia sobre sus vidas. Cuando suceden cosas malas, puedes darte cuenta de que aunque los eventos están fuera de tu control, puedes controlar tus reacciones. Comprender esto puede llevarte a tomar decisiones en función de tus valores. En lugar de estar a la merced de las situaciones que la vida te presenta, puedes decidir actuar de una manera específica, tomando control sobre tu vida.

La superación personal continua es un principio fundamental del estoicismo. En lugar de valorar el perfeccionismo, los estoicos valoraban el progreso. Puede que no seas perfecto ahora, pero puedes trabajar para ser una mejor persona. No importa lo que esté pasando en nuestras vidas, los estoicos nos recuerdan que tenemos un trabajo más profundo dentro de nosotros mismos. A medida que avanzamos en nuestras vidas, nos mejoramos a nosotros mismos, pensamos mejor en las cosas, aprendemos a anticiparnos a los problemas y elegimos actuar de una manera más virtuosa. Mientras que otra filosofía podría centrarse en los argumentos, el estoicismo se centra en mirar hacia adentro. Séneca escribió acerca de cómo la filosofía no es para mirar las fallas de los demás, sino para mirar nuestras propias fallas y mejorarlas. Vivir de una manera que trabaje hacia la superación personal trae paz a nuestra propia vida y beneficiará a quienes nos rodean.

Hoy en día, las cosas materiales a menudo se asocian con la felicidad. Desde este punto de vista, la felicidad está fuera de nuestro control y depende de nuestras circunstancias. Sin embargo, los estoicos veían una vida feliz como una vida vivida en busca de la virtud. En esta búsqueda, tenemos que moderar nuestros deseos para alinearnos mejor con las cuatro virtudes cardinales. Estos son la templanza, el coraje, la justicia y la sabiduría práctica. Estas virtudes dependen unas de otras. No puedes tener uno sin los otros.

Los estoicos consideraban estas virtudes como una brújula para la vida humana y en lo que las personas deberían enfocar su energía. Vivir enfocándonos en la virtud requiere que revolucionemos nuestra visión de la felicidad. En lugar de ver la felicidad en las cosas materiales, ver la felicidad en la virtud nos permite tomar el control y la agencia sobre nuestras vidas. Cuando ponemos nuestra felicidad en el mundo exterior, está más allá de nuestro control. Como resultado, experimentamos emociones que no ayudan, junto con la ansiedad.

Los estoicos consideraban que algunas emociones no ayudaban y eran el resultado de falsas creencias que conducen a la destrucción y la negatividad en nuestras vidas. Particularmente, los estoicos vieron la esperanza, el miedo y la ira como tóxicos. Si bien la esperanza puede sentirse positiva, es el resultado de una falta de planificación. La esperanza proyecta una luz positiva sobre eventos futuros inciertos. De manera similar, el miedo proyecta una luz negativa sobre eventos futuros inciertos. Los estoicos señalaron que la esperanza y el miedo son dos caras diferentes de la misma moneda. El estoico maestro Hécato de Rodas enseñó que cuando las personas dejan de tener esperanza, también dejan de tener miedo. Séneca, era un estoico conocido por decir que a las personas siempre les irá mejor si se enfocan en las circunstancias presentes, donde las personas pueden marcar la diferencia. Séneca también escribió sobre la ira después de que su propio hermano lo exiliara en un ataque de ira. Según Séneca, el tiempo y la distancia son la mejor manera de lidiar con la ira. De los estoicos podemos aprender que no todas las emociones nos llevan por un buen camino. Al reconocer nuestros sentimientos podemos responsabilizarnos de ellos y con reflexión decidir qué hacer con ellos.

Los estoicos también creían en un concepto conocido como el "yo racional unificado". Esta es una idea de que las personas son responsables de sus propias acciones. Si bien las personas tienden a culpar a los demás, los estoicos creían que las personas tenían que asumir la responsabilidad personal de sus acciones. La gente no podía culpar a los demás o excusar sus acciones con la idea de que "el diablo los obligó a hacerlo". Los estoicos creían que las personas estaban unificadas internamente. Esto se remonta a la idea estoica "el carácter es el destino", de Heráclito. La idea es que el carácter de uno es un dios personal y cómo dejamos que nuestro carácter se comporte es importante. Por ejemplo, si alguien deja que su carácter se vuelva malo, experimentará más negatividad.

Ser inquebrantable significa enfrentar la realidad de tu situación y darte cuenta de que tienes agencia en la forma en que reaccionas. Es tratar de ser una mejor persona, asumir la responsabilidad, eliminar las emociones inútiles y encontrar la felicidad en la virtud. Esencialmente, incorporando las creencias estoicas centrales. Los estoicos nos recuerdan nuestra agencia sobre nuestras vidas, no ser víctimas de nuestras circunstancias y estar en contacto con lo que valoramos. Recordar estas lecciones estoicas te ayudará a ser realmente inquebrantable, sin importar lo que la vida te depare.